lunes, 1 de febrero de 2010

Explicación del capítulo X: Ido


Ido es la palabra celta que se asocia al tejo como árbol y su color es el rojo, el rojo tierra. En la adivinación celta, el significado de este capítulo es el del cambio.

La vida en sí experimenta un nuevo giro y lo hace a partir de dicho capítulo, donde el protagonista, comprueba como las palabras pueden ser mágicas, como pueden transformar a la gente, sobre todo en sentido literal, a través de algún encantamiento o sortilegio secreto. Como las personas pueden ser mágicas. Porque el libro en si no es ni más ni menos que un mensaje de esperanza para todos aquellos que la han perdido. Las personas pueden tener su magia, todas. Incluso, las que no conocemos. Todos podemos dar con ese rincón mágico que albergamos cada uno de nosotros si conservamos un poquito de nuestra inocencia, de nuestra fe.


En este capítulo intervienen voces reales de personas reales que en su día ayudaron al autor de la novela a seguir escribiendo. Los poemas que aquí aparecen son de gente real, con nombres, nicks, apodos en la red, de dichas personas, pero de carne y hueso a fin de cuentas. No son las únicas que aparecen. Para reflejar sus propias palabras, el autor tuvo que pedir permiso a los dueños de dichos poemas y éstos, gustosamente, se los cedieron. Tuvieron su momento de magia con el autor, aunque ya hayan pasado por su vida sin llegar a quedarse definitivamente, pero, lo que es si es cierto, es que aunque fuera un momento fugaz, fue el momento adecuado para abrir una nueva puerta que sin ellos nunca se hubiera abierto. Es esta novela, es esta inclusión en este capítulo y en algún otro posterior, la manera de dar las gracias. Gracias por aquellas palabras y aquellos momentos, a pesar de que cada uno haya tomado un camino distinto. Ójala la vida nos vuelva a juntar algún día, aunque sea para tomar un café, simplemente y echarnos unas risas. Si no es así, gracias de todas las maneras. La vida del autor cambió con el contacto de esta gente retomando algo que él creía que ya estaba muerto y enterrado y ellos lo hicieron resucitar hasta convertirlo en algo imprescindible para el propio autor. Por tanto, era de justicia que en este capítulo tan trascendental y tan extraordinario salieran sus voces, sus palabras y la magia que en su día dejaron tras de sí.

Un abrazo a La mala de la película (Def_korn - Diana), Adiskide- Jorge, Ralde- María, Gueva- Nacho, Anfibia - Belén y a una mamá con dos niñas (Vicky) que merece un capítulo aparte, jeje, y que saldrá más adelante. Gracias a todos ellos por hacer que volviera a creer en la magia de las palabras y en animarme a retomar la escritura en aquel foro tan entrañable de Más de cien mentiras de la web maneras de vivir. Un abrazo donde quiera que os encontréis del autor de la novela, Kamawookie (Santi).