lunes, 2 de febrero de 2009

Reflexión, mi reflexión


Es curioso. Ayer, en el bar, le comentaba a un amigo que no veía hacía mucho tiempo y que casualmente se pasó por allí, como surgió la idea del blog, la novela donde salimos mi hermana, Mikel y yo, y bueno, también mi padre, es verdad . En definitiva, toda esta locura. Bueno, él me preguntó si merecía la pena molestarse tanto por algo así. ¡Joder! algo así. Casi me da un infarto. Ese algo así es una parte de mi vida, de la de mi familia, de la gente a la que quiero. Algo así.

Sí, le contesté. Es una idea de esas raras que en su día se le ocurrieron a nuestro amigo Kamawookie, como casi todas las que tiene, y por la cual nos pidió permiso para reflejarlas en el libro. Decía que ya estaba harto de leer cosas acerca de príncipes y princesas. Quería retratar algo cercano y quería darle su toque irónico o por lo menos su toque de esperanza. Eso es algo que nunca nos ha aclarado ni nos aclarará. Allá cada lector con la conclusión que saque.

Pero bueno, al margen de pajas mentales, sí que me dio por pensar. Me hizo ver como muchos sueños de los que tenemos y que sentimos con la mayor de las ilusiones vienen siempre a joderlos los demás. Y muchos son amigos, tócate los cojones. Cuando se supone que te deberían animar, hacen lo contrario. Y adiós sueño. Se queda en una chorrada más. Que no todos entienden ni tienen que entender tu punto de vista. Y ale, si no tienes la cabezonería suficiente lo abandonas en un rincón y a seguir pimplando. Menos mal que no le hice caso. Ya lo dice el Will Smith en el vídeo que os puse el otro día. Muy grande.

¡¡Salud y rock and roll!!